Los menisco son estructuras fibrocartilaginosas en forma de semiluna que se encuentran entre el fémur y la tibia y cuya función es amortiguar los impactos entre ambos huesos. Con ello ampliar la superficie articular y se disminuye el desgaste articular.
Las roturas meniscales son muy frecuentes en el contexto de la actividad deportiva y se suelen asociar con lesiones ligamentosas como en las lesiones de LCA. La sintomatología habitual es la de dolor y bloqueos articulares al realizar giros y flexiones forzadas de la articulación.
En cuanto al tratamiento de dicha patología va a depender de múltiples factores como la incapacidad que genera la rotura, la edad, el patrón de rotura y las lesiones asociadas. Como regla general, hay que decir que lo más importante es conservar la mayor cantidad posible de menisco, ya que resecciones amplias se han asociado con aparición precoz de desgaste y artrosis.
Las opciones más habituales son:
- Resecciones parciales, o meniscectomías parciales. Implica el desbridamiento y extracción de las zonas dañadas del menisco. Es el tratamiento de elección en personas de más de 40 años y el pacientes más jóvenes cuya rotura no es reparable.
- Suturas meniscales: implica la conservación completa del menisco y consiste en la reparación de la rotura mediante puntos de sutura. Es la opción ideal y su tasa de éxito varia entre el 95% y el 60%, dependiendo de la edad, tipo de rotura y lesiones asociadas. El mejor escenario lo supone una rotura longitudinal de una persona de LCA. En nuestra serie de más de 700 paciente con meniscos suturados en los últimos 9 años, la tasa de reintervención es de apenas el 5%, por lo que a día de hoy se considera el tratamiento de elección. La técnica que utilizamos es una técnica mixta en la que alternamos el uso de implantes comerciales con puntos fuera-dentro con una técnica desarrollada por nosotros mismos.
- Otras opciones como transplantes mensicales e implantes artificiales de menisco, son otras opciones para pacientes jóvenes que han precisado de resecciones meniscales extensas, teniendo en cuenta que la indicación fundamental es el dolor postmeniscectomía, ya que no está demostrado totalmente que sean capaces de frenar la aparición de artrosis. Estudios recientes informan de una tasa de reintervención cercana al 30%, siendo algo mejor cuando se utilizan los implantes artificiales.