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Las conocidas prótesis de cadera y rodilla se colocan en una intervención quirúrgica en la que se sustituyen diferentes partes de la articulación y que se denomina artroplastia ( artro, de articulación y plastia, de remodelación). Se implantan anualmente entre en torno a 100.000 prótesis en nuestro país, en su mayoría, de cadera y de rodilla, las articulaciones más deterioradas por la artrosis y más necesarias para la marcha y la vida activa del paciente. El beneficio obtenido es notable en la disminución del dolor y en la mejora de calidad de vida. Se trata de una intervención importante, y los riesgos y beneficios deben ser estudiados de forma individual.
Existen múltiples modelos, técnicas y variantes de estas prótesis. Sin embargo, no todas cuentan con suficiente experiencia y efectividad, por lo que es necesario informarse y asesorarse. La duración depende de múltiples variables. Por tanto, es fundamental adecuar a cada individuo técnicas y modelos; es decir, personalizar la intervención quirúrgica.
Somos pioneros en la cirugía de rodilla con ahorro de sangre, mediante diferentes técnicas que pretenden una mejor recuperación del paciente, evitando en lo posible la transfusión.
De las diferentes técnicas propuestas para ahorrar sangre y dolor en el posoperatorio, se han realizado estudios para confirmar la eficacia y la seguridad.
Existen concluyentes ensayos y análisis que han permitido confirmar en esta línea de investigación la utilidad de técnicas que combinan diferentes actuaciones quirúrgicas, además de la administración intravenosa o intraarticular de ácido tranexámico, la restricción de drenajes y la infiltración periarticular.
La investigación clínica en este campo está aportando conocimiento y precisión en el complejo manejo de estas posibilidades, para una mejor recuperación de los pacientes que se someten a estos procedimientos.
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